martes, 2 de septiembre de 2008

Actitud Mental en relación a la Nacionalidad

Yo estabo evaluando la cuestión de la nacionalidad en mí.
Más que una vez he oído que para ser un buen hermano, debese, en primer lugar, ser un buen paisano.
Cómo tal afirmación suena claro para mi corazón, pero no suena claro en la mente, me puso a reflexionar acerca del tema.

Y se me presentó un pequeño plan de trabajo sobre la nacionalidad, que ahora comparto contigo. En la reflexión que he hecho, vi ciertos aspectos negativos de mi nacionalidad:

- Avanzar muy rápido sin detenerse a estudiar, evaluar, desarrollar, rectificar, así como hablar mucho antes de hacer.

- que las mujeres de mi nacionalidad son dinámicas, trabajadoras, pero muy sucetibles a las emociones. Sobre todo las de más bajo nivel de conciencia, que terminan por reaccionar más que accionar, por entregar mucho poder a las emociones.

- Todo lo que llega hasta mí, sea un insight, una idea, una conclusión, un libro interesante, etc , de imediato estoy mirando en lo como hablar de ello a otras persnonas, en como les va a ser útil, sin incluyerme. Apenas lo recibo, ya estoy piensando en pasarlo adelante. Sea bien material, sea conoceimiento, atuo como una estación repetidora de televisión.

El problema con esta mentalidad es el vacío de la superficialidad. La falta de una búsqueda de alternativas más real, concreto y verdadera y de reflexiones más profundos. Como un cocinero que sirve la comida antes del corecto punto de cocimiento.

¿Cuál es el lado positivo de mi nacionalidad?
¿En que puede ese pueblo servir a la humanidad?
¿En qué puedo ser útil, Señor, Señora?

Ya tengo la ciencia de que detrás de un gran problema, hay también una gran oportunidad.
Ahora, necesito la ayuda del Espíritu de la Verdad Universal para salir adelante. ¡Son más de 500 años de superficialidad de lo pensar que me tiene alejado de aquello que es lo mejor que hay en mí; Distante del recto pensar y del cumplimiento que se hace necesario para llegar a donde el Alma anela.
¡Conduzeme hacia Tu Excelencia, Padre-Madre-Amor!

Gracias.