miércoles, 28 de enero de 2009

LA CALIDAD DE LA AMISTAD

Tengo conmigo que la calidad de las amistades que constuyo tiene que ver con lo cuánto respeto, valoro y me relaciono con aquello que es vital para mí.

También estoy claro que cada vez que me aparto de las personas, que no las busco, que se cierra el corazón, estoy con la atención en una otra dimensión dentro de mí, que es inferior en calidad, en belleza, en armonía.
Es la dimensión donde habita el egoísmo, el querer y verme separada de las personas.

Yo la llamo la dimensión del miedo. Y del sufrimiento.

Cuando vibro en la dimensión de mi esencialidad, soy la luz, amistosa, presente, ligera, cuidadosa conmigo y con los demás.

Puedo decir, entonces, que en mi caso, la calidad de la relación con mis amigos, con el mundo con mi familia, está directamente relacionada con la calidad de la relación está desarrollada conmigo misma y con el Padre.

Cuanto más cómoda estoy conmigo y con Él, menos me separo afuera.

Mientras más respetuosa es la relación conmigo misma y con Él, más respeto hay por los demás.

Cuanto más atenta estoy conmigo y con Él, más atención tengo hacía los demás.

Es como si hubiera un fiel de balanza en mí corazón.

Mi trabajo consiste en estabilizar su movimiento.

A cada día. A cada hora.

Feliz día, amigo.