viernes, 30 de enero de 2009

LA VOLUNTAD DEL PADRE

¿Qué me muestra la vida?
El tema no se ha agotado dentro de mí.
Siento la necesidad de profundizarme en su comprensión; hasta que llegue al día a día, a lo más concreto de la vida.

Continuando con el tema de ayer, reflexiono también que estos tiempos de incertidumbres y de eventos de sorprendente crueldad, tienen, como todo tiene, su contraparte. Y una buena contraparte, yo diría.

Muchas oportunidades para el crecimiento individual han sido presentadas. Para el crecimiento espiritual de la persona.
Oportunidades para la imaginación, para la creatividad, para ser lo que se es están disponibles para cada uno. Un mundo de infinitas probabilidades de futuros.

Voy a elegir una: la opción por el altruismo. Así lo digo porque no veo el Amor como algo espontáneo para la humanidad en esta etapa de su evolución.
Pero, más que nunca, lo sentimos en el aire, lo sentimos cerca, muy cerca. Lo olemos su presencia ... Parece que más que nunca está disponible en los rayos de sol. En la belleza oculta de cada cosa ...

Que el altruismo todavía no está listo dentro de nosotros, de seguro que no está. Quizás algunos lo lograron. Lo que sí tengo por cierto, es que la paz se manifestaría entre las naciones y pueblos, entre parejas, entre los miembros de las familias, si fuera algo ya listo para la gran mayoría de la humanidad.
Por lo tanto, el altruismo tiene que ser aprendido y construido por aquellos que lo piden, que lo necesitan.

En esos días se construye a través de la socialización: en el hogar, en las escuelas, las universidades, en el trabajo, en la comunidad ... entre amigos ...
Mira a ver cómo los jóvenes tratan de cambiar. Pero ya no simplemente un cambio en la política, en su clase social, más dinero. Quieren algo más real, más duradero para su vida.

Y andan probando cada vez más de la vida para ver donde lo encuentran. Viví esto, anhelaba esto. Sin embargo, lo busqué fuera de mí. Años fueron necesarios antes de que yo pudiera escribir este texto el día de hoy. Para descubrir que era una búsqueda adentro y que afuera se confirma en los hechos, me ha tomado muchos años...

La nueva generación quiere Amar. Quiere el Amor.
Y necesitan encontrar el código del amor.
¿Cuál es la contraseña para el amor? ¿Quién lo sabrá?

Sé que hay un Ser que se llama AMISTAD.
Y que por su servicio hacemos los amigos.

¿Quién sabe la buena voluntad y el esfuerzo para salir del aislamiento hacen parte de la contraseña?

Solo viviendolo para saberlo.

Feliz tarde, amigo.