lunes, 26 de enero de 2009

LA VOLUNTAD DEL PADRE

Tercera Parte
El segundo obstáculo para el cumplimiento de la voluntad divina es el orgullo.
Lo podemos observar cuando queremos controlar todo.
Pero un día debemos ver que no nos es posible controlar todo.
Somos tan sólo seres humanos.
Reconocer nuestras limitaciones es una gran entrega.

"Cuando nos enfrentamos a nuestras propias limitaciones reaccionamos con irritación, malestar o resentimiento ... Queremos tenerlo todo y hacer lo que queremos y cuando queremos. Y nos quedamos muy decepcionados cuando no lo logramos. Cuando percibimos que el Padre ha dado a las demás características que no tenemos, respondemos con envidia, celos y auto compación ".

En general sí, aceptamos a nuestras limitaciones, pero con la mente, más no con las emociones.
Y hasta que no las aceptemos con las dos polaridades, no hay conciliación interna.
Seguimos buscando el control. Porque la fuerza para hacer está en las emociones.
Y no logramos ordenalas. Ellas nos desordena a nosotros y reaccionamos con control.

La vida es una lucha, sobre todo si, orgullosos, creemos que estamos solos contra el mundo.
Más si todos los días invitamos al Padre a hacer con nosotros
Si Le preguntamos en lo más profundo cual es Su Voluntad, se nos calienta el corazón e nos ilumina la mente.

Cuando cumplimos con la Voluntad del Padre, es que encontramos la libertad.
La libertad de ser.

Feliz día, amigo.