
Que yo me permita:
- Ver cómo el águila,
- ser constante como el sol,
- realizar con amor.
Y mantener la motivación aún frente a los miedos,
principalmente al miedo a mí mismo:
¡Que yo no alimente el miedo a los miedos!
Que yo me transforme: antes de llorar lagrimas innecesarias,
antes de endurecerme tontamente,
antes de trivializar lo que me es valioso,
antes de subestimar lo que yo soy.
Que yo me permita:
Ver la naturalidad en los ojos de aquél que me mira
y ya no lo negativo;
Escuchar con los oídos atentos y con la mente en silencio;
Incluir el toque tierno y verdadero en mis palabras, y
El percibir y comprender al otro en mis valores.
Que yo me permita:
Ser lo que todavía no me he permitido ser,
Soltar todo que ya no me es necesario,
Acelerarme menos, sentir menos estrés, paralizarme menos.
Discernir, más y más, antes de accionar, Antes de pensar, de sentir, de decidir.
Agradecer más, bendecir más.
Vivir cada día.
Ser feliz más veces.
Y aún yo llore, que mis lagrimas no sean en vano.
Y que también no sean en vano mis dudas y ansiedades,
Mis sueños y cualquiera de mis pensamientos.
Que yo me permita perderme menos y menos de mi via,
Y que cuando la pierda, siempre recupere mi destino,
con dignidad.
Amém.