viernes, 12 de septiembre de 2008

SER HUMANO

Siempre he sido curioso sobre lo que las personas viven, lo que sienten,
Por lo que se interesam, como es su rutina diaria.
Lo que les es esencial?
Cuando yo era adolescente tenía gran fascinio por las luces prendidas en las casas. Y observar el movimiento de las personas detrás del cristal de las ventanas.
Y Me preguntava: ¿qué estan haciendo? ¿Qué hablan, sienten?
¿Qué veen? ¿Cuáles son sus sueños? ¿Qué las va a plenar?
¿O están acumulando frustraciones? ¿Están ahorrando sueños?
¿Lo que les toca el Alma?
Cuando veía un andarilho por las calles o carreteras, que ganas de saber qué lo llevó a vagar... ¿Hacia donde queria ir? ...
No me atrevia concebir que el caminara por caminar.
Que no había encontrado otra cosa que hacer! ...
También me gustaba observar los carros que corrian día y noche en las ciudades.
Y me preguntaba: ¿por qué tendrían que correr tanto?
¿Qué buscan?
No se me ocurrió en aquellos tiempos preguntarme ¿Lo qué hizo aquella persona de éxito para llegar donde llegó?
Talvez porque mi concepto de "éxito" fuera más amplio, que aquel de tener éxito material.
Por alguna razón, en aquellos tiempos llamava mi atención las ansiedades, los sueños y las búsquedas de la gente.
Más recientemente me interesé por la búsqueda de los empresarios, de los creadores, de los servidores.
Sólo después de florecer el interés por el proposito que mueve al ser humano.
Sea que professión tenga, sea rico o pobre, sea de que raza sea, de que religión sea.
¿Qué sabor trae en boca que no se puede olvidar?
¿Qué referencia trae registrado en sus genes?
¿Y en los cromosomas del Alma?
¿En sus más íntimos recuerdos? ...
¿Podemos pasar toda una vida como las hormiguitas cargando las hojas de acá para allá, sin saber bien hacia adonde ir en este universo tan grande?
El "no saber adonde" es la impresión que me llega a mí cuando observo el mecánico frenesí del movimientos de personas - repetitiendo, repetiendo ...
Confieso que me angustiava no saber nada acerca de los humanos, que fuera más allá de las evidencias del a nacer, crecer, estudiar, trabajar, casarse, tener hijos, nietos y morir ...
Custavame bastante ver la realidad detrás de la rutina de la vida diária.
Quería saber más, saber de las razones, del Propósito que nos mueve.
Pero no lo podía ver porque no veía a mí mismo a mí mismo.
E incluso no podía calificar de buena o mala a la condición humana: ella es lo que es.
Y en cierta medida, pre-programada, pues pienso que se tratan de programas dentro de programas, lo que está disponiblizado para el ser humano.
Así es la vida en el planeta Tierra: somos rehenes, atadas, detenidos.
¿De qué? ¿Por qué? De la inconsciencia y por no cumplir la ley del Amor.
Independientemente de los sueños, de la profesión, la iniciativa empresarial ...
Aquí pasa lo que vemos - de las cuevas a la nave espacial, simultaneamente.
La posibilidad que nos queda quiças sea el ampliar la comprensión acerca de la real condición que vivimos, concretamente, día a día.
De aceptar y amar lo que vivimos.
De aceptarme y amarme.
De aceptarte y amarte.
Y quien sabe darnos cuenta de que el único movimiento real, es el movimiento de conciencia.
Y de tener la atención puesta adonde deseamos estar.
Aparte de esto tal vez seamos de hecho como las hormigas: corriendo detrás de los alimentos.
Sin saber exactamente ni por qué, ní para donde ir.
Corrimos a pie, en autobús, bicicleta, coche o avión.
Y cuanto más rápido andamos, parece que más nos distanciamos de nuestros sueños.
Realizar un sueño requiere silencio y años de trabajo. Atención focada en el presente.
Eliminar la frustración, requiere destreza, concentración y trabajo duro.
Y ahora que tengo, más o menos clara, las opciones que el ser humano ha
de hablar, pensar, sentir, deseo, sueño, hacer.
Y ahora que el mistério humano me suena menos insondable.
Florece en mi corazón un cálido y solidário sentimiento
Hacia mi semejante, porque sí, estamos en el mismo barco - nos queda la opción de poner la atención en cada acto praticado, para salir del atuar mecánico. Siempre cuando lastreada por Ley del Amor.
Y entonces la conversación será sin duda otra.

Gracias,


El Entendimiento que Yo Soy.