jueves, 25 de diciembre de 2008

Las bases de la relación con el Otro


En los últimos días estuvimos tratando de aclarar y dejar registro de las bases sobre las cuales deseo manifestar las relaciones con las personas. Así como para la construcción de las que están por venir.

Pienso ser de sentido común que el arte de relacionarse con otros apenas unos pocos privilegiados lo traen de nacimiento.

Y pienso también que aquellos que dominan este arte suelen conseguir las mejores posiciones en el camino que escogieron.

Los que lo tienen que construir a lo largo de la vida, sabemos que se necesitan la constancia y la buena voluntad para ganarse esta calidad tan especial.

Puedese dar como probable que, en la medida que nos conocemos a nosotros mismos, que nos aceptamos y, al fin, quizás nos amenos, poco a poco se sutilice el discernimiento acerca de las vías para buenas y duraderas relaciones con los demás.

Cuando decidimos por nos hermanarmos con alguién tenemos, pues, avanzado una octava completa en la disposición de construir una relación con nuestro semejantes.

Y esto, como todas las decisiones de gran valor en la vida, es individual y intransferible. En la justicia universal no es legal exigir reciprocidad del otro. Y si insistimos en demandarla ya no provaremos el mismo nivel de calidad.

Un gran reto para algunos es no confundir la decisión individual con falsa libertad, que trae el olor del egoísmo que separa. La liberalidad de hacer lo que se quiera cuando quiera, etc. es plausible. Sin embargo ella achica los límites de la relación con el otro.

Una de los nutrientes del hermanarse es la también universal Fidelidad. Ser fiel al propio Ser. Ser fiel a la Hermandad. Así mismo como lo es para otras cosas que deseamos construir.

Continua el reto de no nos enredarmos con el otro. Nin mezclar nuestra vida con la de él. El riesgo es perder nuestra essencialidad y vivirmos en la superficialidad que ya no deseamos.

Es recomendable de siempre tener en cuenta que el principal trabajo de cada persona es expresar el propio ser. En cada momento. En un perenne crear con el Cosmos.

Yo soy lo que soy y cada uno es lo que es.
Y la transparencia de cada uno será la transparencia de la Unidad que se ha creado con el otro.

Al igual que todos los valores universales, la Hermandad es también un SER.

Es el Ser que mantiene y sostiene el vínculo entre las partes hermanas.
Es él que sostiene que el Ideal de la Hermandad.

Voy llamar "calidad" a los aspectos que estoy exponiendo.
Calidad de las relaciónes.

La calidad está directamente relacionada con el nivel de mi entrega a la Unidad.

"Honra a tu prójimo, él te honrará". (Código de Ética # 3).

Feliz día, amigo.

(Dedicado a CACI, con respeto y amistad).