martes, 2 de diciembre de 2008

El Septentrión (III)

Yo Soy la Vida que nunca muere Yo Soy.

(cuando logramos que el ego se arrodille ante el Amor Divino, sí porque la realidad del Padre es el Amor, el Alma sabe que ha probado la vida eterna.

Y el animal en uno puede descansar de su constante vigilancia por la supervivencia material.

Es deveras maravilloso el plan divino para la Humanidad).

Feliz día, amigo.