viernes, 12 de diciembre de 2008

Ser o No Ser: Volver al Amor

(parte II)

Y entonces profundizo la pregunta:
¿Cuál propuesta lleva a la universalidad del Amor?
¿Cuál es la ecuación?
¿Puede el hombre llegar al Amor Incondicional, sin agudeza intelectual?
¿Es posible lograr la Sabiduría de las Edades por la vía del conocimiento intelectual?
¿Cómo unir Mente y Corazón?
¿Por qué la mente se supone superior al corazón?
¿Por qué el corazón se supone víctima?


En fin, supe que no se trata tan sólo de satisfacer a las expectativas intelectuales de un círculo.
Círculo que se propone la libertad de pensamiento, de hacer lo que piensa, de priorizar lo académico. Más bien es la lucha de unas tantas generaciones.


Traigo el tema hacia mí.

Mas fáltame, todavía, la profundidad para busca y encontrar, adentro, el lugar donde está el amor incondicional. Para sentir su sabor y recibir del Amor mismo las respuestas.

¿Qué debo de hacer, pues, para obtenerlas?
¿Amor que a todo permea, dónde, cuándo te reconozco?
¿A qué puedo recurrir?, llamo al Cosmos.


Ser o no Ser. Es la cuestión.

¡Ser!
Es la respuesta del libre pensador que vive en mí.

¿Con todas las implicaciones de esta elección, día a día, a lo largo del camino?
Sí, por favor.
¿Con la alegre gratitud de ser siempre y siempre recibido en el Amor Universal, único hecho y realidad para la Humanidad que Yo Soy?

Y en honor a la Amistad.


Si así es, ¡que así sea!

Feliz día, amigo.