miércoles, 19 de noviembre de 2008

Cuando soy la Causa


"No hay accidentes ni casualidades en la vida.
Cada persona que conoces,
cada palabra que alcanzas a escuchar,
son parte de un plan detallado para ayudar a elevarte, a ser mejor.
Ahora mismo, en este momento,
tienes exactamente las circunstancias que necesitas
para transformar tu vida y llevarla a un nivel más elevado.

Con esto en mente,
observa hoy los problemas que hay en tu vida
y descubre cómo pueden ser un catalizador para que pienses, actúes y seas mejor."

El ego no quiere ver, decidir, por que es mecánico, todo está programado.

Pero la realidad del Padre nos dona el libre albedrío para coactuar con Él.
O no, cómo lo decidamos.

Cuando actuamos en conjunto con el Padre, somos como Él: la Causa.

Feliz día.

2 comentarios:

Teté dijo...

Realmente Zilney así es, estoy completamente de acuerdo con esto, es realmente importante ir tomando consciencia de que no hay nada que venga a uno que no haya sido causado por uno mismo, y de verdad cuando uno lo sabe es mucho más fácil encontrar una causa cuando uno estudia el efecto y acepta que eso que viene,no es fortuito, uno lo generó en algún momento y viene para ser redimido; que maravillosos conocer esto y saber aplicarlo día por día en la vida e inspirar a que otro también lo haga,entregarse al Padre para que Él como Primera Causa, lo inspire a uno a Ser cada vez más a Su Imagen y Semejanza, conociendo, sanando y cambiando causas erradas; gracias por tus discernimientos, siempre tan sabios y tan inspiradores.
Un abrazo y bendiciones
Teté.

Zilney Barbosa dijo...

Gracias, Teté.

Este es un discernimiento que me ha costado mucho. Años.
Me ha costado porque no alcanzava interligar la fluidez del Ser - el cómo trabaja el Ajustador, silenciosamente, llevandonos por donde necesitamos ir, para la evolución del Alma - Y que yo tenía que decidir, puesto que el Padre me ha donado el libre albedrío. Eso me polarizava. Siempre. Y la polarización genera sufrimiento para el Alma. Dolía mucho.
Bendiciones,

Zilney.